miércoles, 10 de noviembre de 2010

10 consejos para un viaje maravilloso


Vivir en lo que se conoce como la sociedad del bienestar nos ha permitido viajar a numerosos destinos. De muchos de ellos incluso hemos llegado a cansarnos, por eso son muchos los que se deciden por turismo de aventura para experimentar nuevas sensaciones. Movernos en coche, ya sea propio o de alquiler nos da más libertad pero nos obliga a prepararnos el viaje de una manera mas concienzuda.

Hoy queremos daros 10 consejos a la hora de embarcaros en algún viaje de este tipo para que valoréis los pros y los contras.

1. En primer lugar, no debemos ir con demasiadas expectativas, no somos Indiana Jones, así que seguramente no viviremos experiencias extremas. Dejarse llevar es la manera de vivir al máximo esta aventura.

2. A todos nos fascina contar la experiencia de nuestros viajes, el problema es que, generalmente, no nos damos cuenta de que a nuestro interlocutor podemos aburrirle. Si quieres meterle el gusanillo de la aventura a tus amigos y familiares no olvides dejar libres la cantidad de sentimientos experimentados para que al narrar el viaje no escuches ronquidos…
Experiencias irrepetibles

3. Existen numerosas actividades por realizar en este tipo de lugares, pero ¿realmente merece la pena ir a matacaballo? Si de verdad quieres sentirte como un aventurero, no busques rutas turísticas y déjate llevar por tu instinto –siempre y cuando te informes antes de que la elección de tu instinto no pone en riesgo tu integridad–.

4. No te estreses, pueden suceder mil cosas que te pongan patas arriba todos los planes. Relájate, disfruta y busca nuevas alternativas, preguntando a los habitantes del lugar en el que te encuentras.

5. Vive intensamente con tus compañeros de viaje la experiencia. Comparte inquietudes, deseos y como no todo aquello con lo que cuentes. Se pueden forjar grandes amistades en viajes de este tipo.

6. Lleva siempre encima una libreta en la que anotar detalles, historias, pueblos pequeños pero absolutamente fascinantes. Eso también es parte de tus vivencias.

7. Deja el miedo en casa. Existe mucha gente que, por ejemplo, a la hora de visitar lugares de cierta altura sienten miedo por si pudieran tener problemas respiratorios o cualquier otro riesgo para la salud. Estas rutas están vigiladas por profesionales que cuentan con todas normas de seguridad necesarias. ¿De verdad te vas a perder parajes únicos por tu miedo a las alturas?

8. No te conviertas en un fotógrafo compulsivo. Muchas veces nos perdemos muchas cosas por estar pendientes de sacar la mejor foto. Tu memoria y tus ojos son la mejor cámara con la que puedes contar.

9. No te obsesiones con la higiene. Pasar un par de días sin ducharse no es una catástrofe. Seguro que la experiencia merece la pena.

10. Observa los pequeños detalles, no todo son grandes templos y paisajes. Fíjate en sus gentes, en su forma de actuar, de vivir. Intégrate.

Vía Reservas de coches

Torremolinos, de los primeros destinos turísticos


Hace más de un siglo que Torremolinos inició su actividad turística, se reconoce que esta villa protagonista de la Costa del Sol es una de las tres que mayor ocupación registra en invierno y la única, junto con Benidorm, que supera el millón de visitantes al año.

Dicen las viejas crónicas que en los primeros años del siglo pasado, hacia 1907 o 1908, nacía en Torremolinos el que sería el primer alojamiento turístico en la Costa del Sol y, sin duda, uno de los primeros españoles dedicados a este uso. Así comenzaba a desarrollarse un destino que, cien años más tarde, es uno de los más codiciados por los viajeros de medio mundo.

Por entonces esta tierra poblada de torres y molinos, obras de árabes y nazaríes, era apenas un villorrio con poco más de 300 habitantes. Un visitante extranjero, Sir George Langworthy, y su esposa, Anne Margaret supieron apreciar los atractivos del lugar y su futuro potencial y compraron, en los últimos años del XIX, el Castillo de Santa Clara, que primero fue fortaleza y en aquellas fechas cuartel de carabineros, y emprenden su transformación en residencia, dotándola de espléndidos jardines. Hacia 1907 algunos de sus amigos en la vieja Inglaterra vinieron a visitarles y a disfrutar del magnífico clima de la zona y de sus atractivos. Eran los primeros turistas.


Pero aún habrían de pasar otros cincuenta años para que pudiera hablarse con propiedad de turismo en España. Entre 1950 y 1973 el turismo internacional crece a un ritmo superior de lo que lo había hecho en toda la historia y España se engancha al tirón. Este desarrollo es consecuencia del nuevo orden internacional, la estabilidad social y el desarrollo de la cultura del ocio en el mundo occidental.

Nombres señeros de la historia de Torremolinos comienzan a dar un nuevo aire a la villa: el Parador de Montemar, el hotel La Roca, la sala de fiestas El Remo, el hotel Los Nidos, el Pez Espada, el primero de lujo...

Las playas también comienzan a cambiar su fisonomía y a perder su estado natural para dejar huecos a las primeras sombrillas y hamacas. Carihuela Palace, Tropicana, Tres Carabelas, Nautilus, Jorge V, El Panorama, Torremora... concentran la actividad del día, mientras El Papagayo, El Piyayo o El Jaleo se hacen dueños de la noche.

Los rostros más famosos de la época se dejan ver por lo que entonces es un destino internacional en auge: la actriz Ava Gadner, la emperatriz Soraya, el director Orson Wells, los actores Raf Vallote y Boris Karloff o el cantante Frank Sinatra.

Torremolinos inspira también a los escritores: Michener da a luz a sus Hijos de Torremolinos, Juan Goytisolo termina La Isla, Fernando Sánchez Dragó El Dorado, Souvirón Cristo en Torremolinos, el bohemio Coco Blanco Torremolinos, l.955, y Ángel Palomino Torremolinos Gran Hotel.

Mucho ha cambiado en la historia también el turismo. Hace años era algo que solo podían disfrutar unos pocos privilegiados, pero con el tiempo y el boom turístico, con las compañías low-cost y la comodidad del alquiler de coches en el propio aeropuerto de Málaga, ha pasado a ser algo al alcance de la gran mayoría.

Vía Revista viajar

martes, 2 de noviembre de 2010

Rosas, playas y lugares de interés

Rosas tiene una marcada tradición turística y marinera.  Para acceder a sus playas y lugares de interés, si llegas en avión la mejor alternativa es alquilar un coche en el aeropuerto de Gerona, algo que puedes hacer online para no llevarte sorpresas de última hora.

Lugares de interés en Rosas

Iglesia parroquial Santa María: construida sobre los restos del templo anterior del Monasterio de Santa María de Rosas, se conservan el ábside, el crucero y la cúpula románica y algún resto del claustro.

Ciudadela de Rosas: actualmente se puede ver desde el exterior la reforma ordenada por el Rey Carlos I en el año 1543, cuando visitaba la ciudad, para protegerla de ataques piratas y de los franceses.

Castillo de Bufalaranya: hasta hace poco se pensaba que había sido abandonado ya en el siglo XI, pero recientes campañas arqueológicas han demostrado que estuvo en ocupación hasta el siglo XIV.

Playas de Rosas

Las Playas de Rosas se caracterizan por su fina arena de color blanco y la limpieza y transparencia de sus aguas.

Playa Gran: se extiende desde Santa Margarida hasta la desembocadura de la riera de Ginjolers. Está dividida en tres Sectores: Santa Margarida, Salatar y Rastell

Playa Nova y de la Perola: su extensión va desde la riera de Ginjolers hasta el puerto. Desde ella parten barcos que ofrecen recorridos marítimos.

Playa Dels Palangrers: se encuentra situado debajo de la carretera que conduce hacia el faro.

Cala Canadell: Pequeña cala salvaje y solitaria formada por guijarros y cantos rodados y ubicada entre las calas Jòncols y Pelosa.

Cala Murtra: calas todavía vírgenes de dimensiones reducidas, con objeto de ampliar la oferta turística del municipio y dar cabida a todo tipo de turistas.